Pocas cosas hay en decoración que me gusten más que la pareja que forman un sillón y una lámpara, a los que se suma, en numerosas ocasiones, una mesita auxiliar. Y me gustan por la acción que implican, porque ambas unidas invitan a la lectura, a la meditación reposada en una tarea. Sentarte en el sillón y pulsar el click de la lámpara te aisla, te sumerge en una especie de espacio privado, es como si el haz de luz creara una burbuja a tu alrededor. Tú y tu lectura, tú y tus pensamientos.
Hoy, después de unas semanas complicadas, me apetecía aislarme con vosotros (a pesar de que pueda parecer una contradicción) y ofreceros estos preciosos espacios de reflexión.
¡FELIZ FIN DE SEMANA!
Todas las imágenes proceden de mis paneles de inspiración en Pinterest.