Las razones por las que me ha llamado la atención este hotel (en realidad los propietarios lo llaman farmhouse & cotagge) son varias, aunque fundamentalmente dos. La primera es de índole sentimental ya que pasé dos años de mi vida (de 1995 a 1997) en Escocia (que es donde se encuentra el alojamiento y por la que guardo un maravilloso recuerdo) y es bastante difícil encontrar interiores de esa preciosa tierra en las publicaciones de decoración; y la segunda razón es porque su decoración difiere radicalmente de la que se acostumbra en las casas y hoteles de esos lares, y doy fé de ello, aunque supongo que en estos 20 años habrán cambiado bastante las cosas. ¡Espero!
El Killiehuntly Hotel, una propiedad de 1603, totalmente reformada en el 2011, es un magnífico ejemplo de lo que sus propietarios llaman, de manera muy acertada, estilo Scandi-Scot, ya que combina el diseño escandinavo más contemporáneo con elementos tradicionales (tanto en la arquitectura como en detalles decorativos) del siglo XIX escocés. Todo ello hace de este pequeño hotel, de tan solo cuatro habitaciones, un verdadero remanso de paz y confortabilidad, en el que es difícil no sentirse como en casa.
No he vuelto a Escocia desde 1997, pero en un próximo reencuentro con esta tierra tan acogedora seguro que este hotel es una de mis opciones preferentes de alojamiento.
Procedencia de las imágenes: Yatzer
Fotografía: Martin Kaufmann