Si hace unos dos o tres años era omnipresente en todas las publicaciones de decoración, hoy está un tanto relegado, pero el estilo industrial sigue vivo, y muy presente, en las viviendas y también en los locales comerciales, a pesar de que en este último ámbito ha llegado a ser tan recurrente que se ha producido un cierto hartazgo. Tengo que reconocer que, ardiente defensor de este estilo, en los últimos tiempos me ha saturado bastante.
De todas formas, sigo opinando que, bien incorporadas, unas cuantas piezas de este estilo dan un toque muy personal a cualquier espacio y la muestra es la vivienda que hoy comparto con todos vosotros. Está en la región alemana de Bavaria y sus propietarios han sabido conjugar a la perfección algunos elementos industriales (focos de fábrica, butacas de cine, taburetes...) con piezas de otros estilos y procedencias, como alguna lámpara clásica de cristal, asientos de diseño vanguardista o piezas rescatadas de mercadillos.
El resultado es una sabia mezcla, con el binomio blanco y negro como común denominador de todo el esquema decorativo.
Así, en dosis ajustadas, el estilo induistrial sigue tan vivo como antes. ¿No os parece?
Procedencia de las imágenes: Vosges Paris