Los que habéis seguido un poco mi trayectoria en la blogosfera y en las redes sociales probablemente os sintáis un poco extrañados al ver la casa que comparto hoy, sabéis que mi estilo decorativo es, aunque en cierta medida atrevido, un poco más "tranquilo" y sereno y que, aunque me encantan los toques de color, nunca de manera tan arriesgada como los que vemos en esta casa. Aún así, me ha cautivado nada más verla por varias razones.
La primera de esas razones es que rezuma personalidad, nada en ella es plano o estandarizado, la segunda es que invita a la diversión, a disfrutar de cada momento pasado entre sus paredes, la tercera es que resume perfectamente el objetivo con el que fue decorada y diseñada, ya que se trata de una casa cerca de la playa, a la que sus propietarios y sus tres hijos se escapan siempre que pueden, alejándose de la rutina semanal de la ciudad... Podría seguir aduciendo razones pero basta verla para sentirse atraído por la vitalidad que desprende, ¿no os parece?
Y vosotros, ¿podríais vivir en una casa en la que los colores tienen tanto protagonismo? Yo creo que no, pero, decorativamente, me gusta ver proyectos tan valientes como este.