Las chimeneas suecas tradicionales, como la que asume todo el protagonismo de este salón, son uno de los elementos más distintivos (y más bellos) en muchas de las viviendas suecas que estamos acostumbrados a ver en blogs y revistas.
En su mayoría simples yelegantes,tienen la apariencia deuna columna, por lo general en colorblanco.El hornopresenta muchas veces dospuertas plegablespequeñas, de hierro,y las más tradicionales, como esta que nos ocupa, casi siempre cuentan, en la parte superior, con unacorona, en el más puro espíritu de las tradicionesmonárquicasescandinavas. Cuentan, además, con un precioso revestimiento cerámico que les otorga mayor presencia y rotundidad en cualquier espacio de la casa donde estén.
Lo que más me gusta de ellas, además de su evidente belleza (¡es imposible no quedarse prendado!), es el contraste entre el clasicismo que ostentan y la simplicidad y modernidad, como en este caso, de las piezas de mobiliario que les rodean. El piano atenúa ese contraste, pero ambas piezas (piano y chimenea) actúan como modelo del binomio cromático blanco/negro que domina todo el esquema decorativo de la vivienda.
¡Espectacular! ¿verdad?
Procedencia de las imágenes: Entrance