Quienes soléis pasaros por aquí regularmente seguro que me habéis "oído" decir en más de una ocasión que, a pesar de lo mucho que me gustan los muebles y las piezas vintage, tampoco se trata de que nuestra casa parezca la fotocopia de la de nuestros padres o la de nuestros abuelos, la vida evoluciona y nosotros debemos hacerlo con ella.
Sin embargo, sí creo que la decoración auténtica, personal, es aquella que mezcla esas piezas "viejunas", portadoras del alma y la historia que otorgan los años, con otras de nuevo cuño, como en este ejemplo que hoy os traigo. Se trata de un aparador retro repleto de piezas nuevas, de Ikea, y el resultado no puede gustarme más.
¿Qué os parece?
Procedencia de las imágenes: Livet Hemma Ikea Suecia