Pocas veces veréis por aquí la palabra "Minimalismo", es una tendencia que, por lo menos en decoración, me echa bastante para atrás (me "asusta" un poco su asepsia, su frialdad, su falta de vida..., en mi opinión, claro está), así que cuando la veáis, como en este caso, es porque he encontrado un ejemplo de un proyecto decorativo de ese estilo que me ha impactado.
La casa de Diego, periodista y presentador de televisión, está en la calle Espíritu Santo de Madrid. La compró reformada, pero cuando descubrio que tenía un sótano de bóvedas de ladrillo decidió, con muy buen criterio, convertirlo en su despacho. Toda la decoración de la vivienda ha sido llevada a cabo por el propietario, quien ha hecho buen acopio de piezas procedentes de mercadillos, tiendas de segunda mano, anticuarios..., asi como otras de su familia y que él ha sabido aprovechar excelentemente.
La impresión general de la casa, de paredes blanquísimas, con pocos elementos decorativos, es de sobriedad, tendente al minimalismo (buen ejemplo es su dormitorio), sobriedad que queda atenueda por la calidez que desprenden las piezas vintage diseminadas de manera muy calculada por los diferentes espacios de la vivienda, así como por las paredes de ladrillo visto del sótano.
Y no quiero dejar pasar la ocasión sin alabar el buen trabajo de Lupe Clemente, excelente fotógrafa de interiores (una de las mejores, para mi gusto) y excelente amiga, que ha sabido sacar con su cámara todo el potencial de la casa.
¡Este minimalismo sí que me gusta!
Procedecia de las imágenes y de la información: Lupe Clemente Fotografía