Cuando pensamos en unas oficinas, generalmente nos vienen a la mente imágenes de espacios fríos, faltos de personalidad y decorados con premura y sin ninguna atención al detalle. Por suerte, esto está cambiando y cada vez son más las firmas, las empresas, que dan un gran valor al interiorismo y a la decoración de sus espacios de trabajo. Esto es lo que sucede con la firma estadounidense FEED Projects, cuyo proyecto de decoración de su cuartel general en Nueva York me ha gustado muchísimo, ya que auna perfectamente la filosofía de la marca con las piezas de mobiliario y objetos elegidos para decorar sus oficinas.
Todo comenzó cuando Laura Bush, la artícife de la marca, después de numerosos viajes por el mundo como portavoz estudiantil del Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidos, diseñó una bolsa simple de algodón con cuya venta se podía proporcionar alimentos a un niño necesitado durante todo un año. Bajo el lema "Create Good Products that Help Feed the World" ("Crear buenos productos que ayuden al hambre del mundo"), diez años después, esa bolsa se ha convertido en una colección, una organización, una sede (la que nos ocupa) y un equipo que se integra dentro de un movimiento dirigido a crear productos eticos y ecológicos.
La firma de decoración West Elm decidió colaborar en el proyecto proporcionando el mobiliario y entre ambas partes decidieron que la colección que mejor casaba con el proyecto de la firma era una de estilo rústico e industrial, con elementos sencillos y naturales. El resultado es genial, ¿no os parece?
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