¡Me encantan los bodegones de objetos decorativos, me pasaría horas y horas mirando los que aparecen en las revistas de decoración, en los blogs y perfiles de Instagram que visito cada día! Pero también disfruto mucho componiendo los míos propios, labor en la que (creo!) no soy muy malo, no así fotografiándolos. Una de las tareas pendientes que tengo es apuntarme a un buen curso de fotografía decorativa, como por ejemplo el que vamos a tener en el Sunday Market Especial Decoración (AQUÍ).
De todas formas, el sábado por la tarde, pertrechado con mi smartphone (¡otra tarea pendiente: comprarme una buena cámara de fotos!), me decidí a ir juntando algunos de los objetos que hay por casa y regalarme una sesión de "chuting", que no vayáis a pensar..., ¡no es nada delictivo!, sino la españolización (usada sobre todo en el mundo de la moda) del término inglés shooting, o lo que es lo mismo, "disparar" la cámara en una sesión de fotografía.
Pues bien, me he decidido a compartir con todos vosotros el resultado porque, la verdad, estoy bastante orgulloso (¡ya veo a algunos de vosotros haciéndoos de cruces!) de cómo quedaron algunas de las fotos. Además porque todos los objetos que aparecen en ellas son piezas a las que tengo un especial cariño porque son recuerdos de viajes, compras en mercadillos de las que me siento especialmente orgulloso (por una razón u otra), regalos de amigos o compras en las tiendas de amigos.
¿Qué os parecen? Se admite todo tipo de comentarios, pero sed benevolentes con este aprendiz de fotógrafo.