El apartamento que hoy os presento, ubicado en Buenos Aires, lleva pululando por diferentes blogs desde hace un año más o menos, pero he querido hoy compartirlo con todos vosotros porque es un magnífico ejemplo de dos de las acciones decorativas que más me gustan a la hora de afrontar el interiorismo de una vivienda o de un local comercial.
La primera de esas acciones es la coherencia y uniformidad de todos los espacios a través de una constante, en este caso gracias a la utilización del color rojo que, en mayor o menor medida, está presente en algunas piezas de mobiliario y en textiles, por toda la casa.
La otra acción decorativa es la confrontación de piezas (viejas y nuevas) de diferentes estilos y procedencias, en perfecta armonía (buena muestra de esto es el comedor y el salón), con lo que el resultado final es de una gran personalidad.
¡Magnífico! ¿No creéis?
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