Dada mi afición (a estas alturas, creo que por todo el mundo conocida) al universo "piña", en todas sus variantes: naturales, artificiales, para comer, para decorar, de cerámica, de metal, etc., el otro día colgué en mi Instagram la imagen con la que se abre el post de hoy, un precioso papel pintado, que no tenía otro motivo que una sucesión casi infinita de piñas, y que causó bastante "revuelo". Parabienes, enhorabuenas, halagos..., así que ni corto ni perezoso me puse a indagar en la web (otra de las tareas que más me gusta hacer) la procedencia de tan admirado papel.
La firma que lo edita es la americana Rifle Paper Co., la cual, además de papel pintado, tiene en su catálogo toda una amplia gama de productos cuya base es el papel (calendarios, tarjetas, obra gráfica, material de oficina, etc.), con magníficos diseños.
Su colección de papel decorativo para paredes no es muy amplio, pero tiene una gran presencia y rotundidad (como puede comprobarse en las imágenes anteriores), con patrones arriesgados, abigarrados en ocasiones que, probablemente, no serán del gusto de todos. En mi opinión, ya que nos decidimos a revestir las paredes con papel pintado, por lo menos que sea contundente y llamativo, si no, mejor pintarlas y ya está.
¡Me quedo con el de las piñas, en todas sus variantes cromáticas! ¿Y vosotros?
Su colección de papel decorativo para paredes no es muy amplio, pero tiene una gran presencia y rotundidad (como puede comprobarse en las imágenes anteriores), con patrones arriesgados, abigarrados en ocasiones que, probablemente, no serán del gusto de todos. En mi opinión, ya que nos decidimos a revestir las paredes con papel pintado, por lo menos que sea contundente y llamativo, si no, mejor pintarlas y ya está.
¡Me quedo con el de las piñas, en todas sus variantes cromáticas! ¿Y vosotros?