Cuando hablamos de una casa londinense, de estilo victoriano, generalmente imaginamos estancias oscuras, repletas de mobiliario "pesado", clásico, con multitud de textiles floreados y moquetas en cada rincón. Nada más lejos del tópico en la remodelación de esta cocina, diseñada por Jamie Blake precisamente para una casa de estilo victoriano.
Como en cada uno de sus proyectos, la atmósfera nórdica está muy presente: protagonismo absoluto del color blanco, maderas de tonalidades muy claras en los suelos, y sobre todo luminosidad. El resultado en este caso es una cocina que casi no parece una cocina. En un espacio amplísimo ha utilizado una amplia gama de materiales, como suelos de madera recuperada, tablones (también recuperados) de andamios, encimeras de mármol, puertas de armario de producción propia, lámparas de estilo industrial, etc.
El resultado salta a la vista. Genial, ¿no os parece?
Procedencia de las imágenes: Remodelista