Generalmente, cuando llega el buen tiempo, desterramos los colores oscuros, tanto del interior como del exterior (sobre todo de este último), y vestimos terrazas, porches y jardines con colores vivos, llamativos, alegres; es nuestra particular manera de conjurar al buen tiempo, de alejar la oscuridad propia del invierno y de introducir la luz en la decoración.
Sin embargo, el color negro para el exterior es una opción muy elegante, tanto para paredes como para el mobiliario, sobre todo combinado con el color blanco, como puede apreciarse en todas estas imágenes. Si bien es un recurso más propio de los países del norte, ¿no os parece que el resultado es muy bonito? ¿Lo pondríais en práctica en vuestras viviendas?
¡FELIZ FIN DE SEMANA!
Todas las imágenes proceden de Pinterest.