Con el tiempo que tenemos últimamente, lluvia y más lluvia, días grises..., un rayo de sol, aunque sea tímido, se agradecería. De momento, parece que nos vamos a tener que conformar con los rayos artificiales de los espejos sol. Yo no me quejo, sabéis que me encantan, es más, no concibo una casa sin alguno de ellos, en la mía tengo cuatro. Aportan alegría, luminosidad y ese toque chic que siempre conlleva el dorado que, en pequeñas dosis, para mí también es indispensable.
Como sabéis, estamos sorteando uno, junto a otras dos piezas (una maleta vintage y un jarrón alemán de cerámica) de nuestra shop online. Tenéis todas los requisitos para participar en el post del lunes (AQUÍ). Es este que os muestro a continuación:
Pero si no tenéis suerte, no os preocupéis, en La Tienda de Etxekodeco tenemos otro a la venta. Se trata de una preciosa pieza, de gran tamaño (96cm x 76cm), de los años 50. Ideal para ponerlo en el cabecero de la cama, encima del sofá en el salon, o en cualquier lugar de la casa al que queráis dar un toque vintage muy personal. Podeís ver toda la información AQUÍ.
¡Qué no falte el sol en vuestra casa! Y si es a través de la luminosidad de los rayos de un espejo sol, mejor que mejor.
Las primeras 10 imágenes proceden de mis paneles de inspiración en Pinterest.