Me encanta el estilo loft, ya lo sabéis. Las paredes de ladrillo visto, los suelos de cemento, los altísimos techos, con las instalaciones a la vista, las ventanas metálicas, etc., y si encima es en un loft el encanto es todavía mayor, porque no siempre el estilo se corresponde con la ubicación. En este caso sí es así.
La vivienda está situada en el barrio de Jordaan, el barrio burgués más bohemio de Amsterdam, y en ella vive Marius Haverkamp y su familia. Marius es empresario y arquitecto de interiores, y su principal dedicación en rehabilitar y convertir en viviendas espacios inusuales. Y eso es precisamente lo que hizo con esta antigua fábrica que ahora es el hogar de la familia.
La decoración sigue los patrones ortodoxos de un loft, con mucho mobiliario industrial, de hierro y madera, que cohabita amigablemente con antigüedades y muebles de diseño. El objetivo era vivir en una casa con una gran personalidad, donde todo se combinara y mezclara, sin estridencias, a voluntad de sus habitantes.
¿Un must? La maravillosa araña de barro negro, suspendida sobre la mesa del comedor, que domina con su omnipresencia todo el espacio.
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