Sé que nos es lo más práctico, pero me encantan estas cocinas donde todo está a la vista: los botes, los tarros, las cazuelas etc. Desprenden esa atmósfera de vida inigualable, de cocina donde se cocina (valga la redundancia), frente a esas otras que parecen laboratorios de pruebas, tan aséptico todo que hasta se te quitan las ganas de comer, y donde la mínima miga de pan parece que nos reclama, con ojos suplicantes, que la retiremos de ahí.
Esa es la principal razón por la que me he enamorado de esta cocina británica nada más verla. Representa perfectamente el estilo campestre más british. Está repleta de piezas que no pasan desapercibidas, como el magnífico sillón de cuero envejecido, la pequeña mesa de carnicero o las diferentes piezas de mobiliario, con esa pátina shabby tan entrañable y acogedora, acompañado todo ello de cierto toque industrial, que resulta tan efectivo en las cocinas.
Lo dicho, una cocina para desifrutar cocinando (¡y comiendo!)
Procedencia de las imágenes: JJ Locations