Para Raffaele, arquitecto italiano, y su familia (su esposa, Francesca, y sus dos hijos, Claudia y Lorenzo) era importante vivir en una casa donde encontrar relax y calma después de un duro día de trabajo. La hallaron en la región italiana de Puglia, al sur del país. La renovaron totalmente, buscando, sobre todo, la sencillez de las formas arquitectónicas y la blancura, como un lienzo perfecto sobre el que distribuir una no muy extensa (pero preciosa) colección de muebles recuperados.
Estas piezas de mobiliario aparecen diseminadas por toda la casa, de manera airosa, sin recargarla, porque tienen un gran valor estético por sí mismas. Unas en madera natural, sin tratar, como la maravillosa mesa del comedor, y otras en llamativos colores, como el armario chino de color turquesa, que sirven de fantástico contrapunto a la blancura de paredes y techos.
Piezas sencillas, patinadas, pero de una gran efica decorativa, que aportan el valor de lo natural y de lo auténtico a la casa y le imprimen esa atmósfera de tranquilidad tan buscada por los propietarios.
Una vivienda que enamora!!
Procedencia de las imágenes: Milk Magazine
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Ya tenemos ganadora de la fantástica Lámpara Alcatraz, que sorteamos la semana pasada en el blog.
Se trata de Marta Domenech, del blog "Martayseguido". Enhorabuena!!! y que la disfrutes.