Me encantan los espacios en los que un objeto (una pieza de mobiliario, un adorno, etc.) domina con su presencia la totalidad del proyecto decorativo. Es lo que sucede en este baño, en el que un precioso espejo sol (como sabéis, uno de mis fetiches decorativos) es el protagonista absoluto del cuarto de baño.
Situado encima de una bañera de época (de estilo victoriano), como si de un verdadero sol se tratara, su rotundidad ilumina toda la estancia, incluso desde el dormitorio adyacente. Se trata de un dormitorio de estilo clásico, en donde podemos apreciar diferentes elementos dorados (en las lámparas, sobre todo), que hacen de "eco" decorativo al cercano espejo sol.
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