Como muchos de vosotros sabéis, este pasado fin de semana se ha celebrado en Madrid la XL edición de la Feria de Desembalaje de Antigüedades y, como todos vosotros sabéis (por lo menos los que me seguís habitualmente), asistir a este tipo de eventos me encanta, así que, ni corto ni perezoso, y como en el País Vasco el viernes era día festivo, allí que me planté. Pocas veces me decepcionan, por no decir ninguna (sé que soy muy poco crítico ya que soy un verdadero entusiasta), estas ferias, porque siempre veo cosas que me gustan. En las imágenes anteriores podéis ver algunas de las piezas que más llamaron mi atención: mucho vintage, retro, industrial, vamos..., ¡como niño con zapatos nuevos!, como suele decirse.
Y otra de las razones por las que intento no perderme ninguna de estas ferias, es porque allí siempre me encuentro con amigos, como Itziar, de "El Taller de Chloé", con piezas tan especiales como las que podéis ver en las tres imágenes siguientes: delicados frascos de farmacia, de color ámbar; un precioso espejo de viaje, de tres hojas; o las siempre presentes telas de lino, entre otras muchas cosas. También pude charlar con Roberto de "Barataria" (su stand en las otras tres imágenes), con una mezcla sensacional de estilos y, sobre todo, con unos sorprendentes focos auténticos de cine, convertidos en originalísimas lámparas. Las tres últimas imágenes corresponden al espacio de los amigos Teresa y Txomin, de El Viejo Almacén, con piezas siempre seleccionadas con mimo: industrial y vintage en estado puro. Al final rematamos la jornada yéndonos a cenar con ellos al Dray Martina, pero esa es otra historia de la que os daré cuenta mañana.
Por cierto, para los que pensabáis que me había ido con las manos vacías, ¡noooo! Me he traído un chulísimo jarrón de cerámica alemana, ¡que tenía unas ganas! ¿Qué os parece? ¿A qué es precioso?