Hay algo en los estudios, en los talleres, en definitiva, en los espacios de trabajo de los creadores que me llama poderosamente la atención. Cualquiera que sea su especialidad: pintura, escultura, interiorismo, diseño o, como en este caso, la moda, son espacios especiales que transmiten toda el alma que vemos después en sus obras. Es por eso, porque soy un gran amante de los espacios vividos, por lo que siento una especial atracción por estos espacios creativos.
Este que hoy quiero compartir con vosotros es el taller del diseñador alemán, de ropa para hombre, Frank Leder. Esta en Berlín, en el barrio de Charlottenburg, en un edificio clásico. El apartamento cuenta con una arquitectura impecable de techos altos, festoneados con preciosas molduras, amplios ventanales y suelos y puertas de madera originales.
En los amplios espacios son visibles las herramientas de su trabajo pero también aquellos objetos que hacen más fácil su tarea creativa porque le inspiran: tipos de imprenta antiguos, una amplia colección de frascos y botellas, numerosas obras de arte que cuelgan en las paredes, etc. Sobresalen, por su tamaño, pero sobre todo por su belleza, varias chimenéas de tipo nórdico que dominan las habitaciones en los que se encuentran.
Un lugar lleno de inspiración y que nos inspira ¿no os parece?
Más información: Freunde Von Freuden
Procedencia de las imágenes: Freunde Von Freuden y Zeit