La razón del título del post es muy simple: tranquilidad es lo primero que me transmitieron las imágenes de esta casa nada más verla. Está en Bruselas, en el barrio de Ixelles, y se trata de la vivienda de Muriel Bardinet y de su familia. Muriel es arquitecta de interiores, además de propietaria de la tienda de antigüedades Dune 234 en la capital belga, y una magnífica creadora de atmósferas poéticas y serenas, que ama, por encima de todas las cosas, juntar objetos en combinaciones armoniosas o en contraste. Y para muestra el botón de su propia casa.
En la vivienda, que fue primero un orfanato y después un restaurante japonés cuando Muriel la adquirió, sobresale la filosofía decorativa de su propietaria: colores ténues, de tonalidades empolvadas, y, sobre todo, mucho mobiliario vintage, procedente de su propio negocio o de las numerosas tiendas de segunda mano que le gusta visitar. Los numerosos objetos decorativos, expuestos en todas las estancias y perfectamente combinados, como a Muriel le gusta hacer, otorgan a la vivienda una gran calidez y, sobre todo, una atmósfera familiar, muy vivida.
¡Absolutamente entrañable! ¿verdad?
Procedencia de las imágenes: Milk Magazine